El intenso tiroteo entre pandilleros y policías interrumpió trenes y autobuses, cerró escuelas y provocó escenas de terror en Río.
La policía de Río de Janeiro liberó a dos rehenes, entre ellos un niño, durante un allanamiento el jueves a una red de narcotráfico que desencadenó un intenso tiroteo en un barrio de bajos recursos, dejando ocho pandilleros muertos, informaron las autoridades.
El operativo tuvo como blanco a la organización criminal conocida como el Tercer Comando Puro, que incluía a un traficante apodado “el Coronel”, acusado del asesinato de una mujer en agosto, según informó la policía de Río en un comunicado.
Durante el operativo, los agentes llegaron a una propiedad donde seis delincuentes tenían como rehenes a un pastor y a un niño. Los atacantes opusieron resistencia y fueron neutralizados, informó la policía. “Otros dos delincuentes fueron neutralizados en otro momento”.
Los rehenes fueron liberados sanos y salvos, informó la policía. Las autoridades también arrestaron a dos personas que intentaban tomar el control de un autobús, que utilizaban como barricada para impedir el acceso de los agentes al barrio, indicó la policía. Además de los arrestos, la policía también incautó cuatro rifles.
El intenso tiroteo entre pandilleros y policías interrumpió trenes y autobuses, cerró escuelas y provocó escenas de terror en Río, según informaron medios locales. Decenas de niños de una guardería cercana se vieron obligados a tumbarse en el suelo del pasillo mientras se oían disparos en el exterior, informó el periódico O Globo.
El tiroteo dejó a estudiantes y trabajadores “sin saber si llegarán vivos a casa”, declaró la diputada de izquierda del estado de Río, Renata Souza, en X. “No podemos normalizar el terror y el miedo como política”.
Las autoridades afirman que la pandilla intimida a los residentes, expulsa a sus rivales, ataca a los agentes de seguridad e impone su poder mediante toques de queda.