A pesar de la rápida atención médica, Watkins fue declarado sin vida en el lugar.
El exvocalista de la banda británica Lostprophets, Ian Watkins, perdió la vida a los 48 años tras ser víctima de un ataque con arma blanca dentro de la prisión de alta seguridad HMP Wakefield, en Inglaterra, y su deceso fue confirmado por autoridades policiales.
De acuerdo a los que se sabe, el músico se encontraba cumpliendo una larga condena por múltiples delitos sexuales contra menores cuando fue atacado por otros reclusos dentro del penal, que es conocido como uno de los más peligrosos del Reino Unido.
A pesar de la rápida atención médica, Watkins fue declarado sin vida en el lugar. Esta agresión tuvo lugar por la mañana, poco después de que se abrieran las celdas; cuando dos internos emboscaron a Watkins y lo apuñalaron gravemente, provocándole heridas que resultaron mortales.
Paramédicos y personal de seguridad intervinieron rápidamente, pero los esfuerzos por salvarle la vida no tuvieron éxito.
Ambos hombres fueron arrestados tras el incidente por la policía de West Yorkshire; los hombres, de 25 y 43 años, sospechosos de asesinato. La prisión fue cerrada temporalmente mientras se desarrolla una investigación formal.
Un vocero del Servicio Penitenciario del Reino Unido declaró que no emitirán más comentarios mientras continúan las indagaciones sobre el crimen.
Esta no era la primera vez que Ian Watkins sufría un ataque en prisión. Fue en 2023, cuando el cantante fue tomado como rehén durante seis horas por otros internos, quienes también lo agredieron físicamente.
HMP Wakefield, conocida popularmente como “Monster Mansion”, alberga a algunos de los delincuentes más peligrosos del país.
En diciembre de 2013 cuando Ian Watkins fue condenado a 29 años de prisión, además de seis años bajo libertad condicional.
Los cargos incluían tentativa de violación de un menor de 13 años, conspiración para violar a un bebé y otros delitos relacionados con abuso infantil y pornografía.
Durante el juicio, el artista admitió varios de los cargos, incluyendo la producción y posesión de material de abuso infantil, además de una imagen extrema que involucraba un acto sexual con un animal. Aunque negó el cargo específico de violación, la acumulación de pruebas y confesiones fue contundente.
En 2014, Ian Watkins intentó apelar la sentencia, pero su solicitud fue rechazada. El tribunal señaló la gravedad de los crímenes y, según el magistrado, Watkins mostraba una completa falta de remordimiento y representaba una influencia corruptora.
El impacto del caso fue profundo no solo en el ámbito judicial, sino también en la opinión pública y entre organizaciones de protección infantil. Des Mannion, director nacional de la NSPCC (Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad hacia los Niños) en Gales, fue categórico tras conocerse la sentencia:
“Watkins usó su fama y estatus mundial para manipular personas y abusar sexualmente de niños. Pero no debemos olvidar que este caso no trata de una celebridad: se trata de las víctimas, y esas víctimas son niños.”
Watkins había alcanzado fama internacional como vocalista de Lostprophets, banda con la que ganó reconocimiento en la escena del rock alternativo en los años 2000. Sin embargo, su carrera fue abruptamente opacada por el escándalo y los delitos por los que fue juzgado.