Una filial del grupo Estado Islámico en el país de África Occidental se atribuyó la responsabilidad del ataque.
Dos artefactos explosivos improvisados detonaron en una carretera del noreste de Nigeria, causando la muerte de al menos 26 personas en varios vehículos, entre ellas mujeres y niños, informó la policía.
Una filial del grupo Estado Islámico en el país de África Occidental se atribuyó la responsabilidad del ataque.
Las explosiones ocurrieron en una transitada carretera que conecta las localidades de Rann y Gamboru, en el estado de Borno, cerca de la frontera con Camerún, según declaró el portavoz de la policía nigeriana, Nahum Daso. Múltiples explosivos colocados a lo largo de la ruta impactaron contra varios vehículos comerciales civiles procedentes de Rann, causando la muerte de al menos 26 personas, añadió.
La mayoría de los fallecidos eran agricultores y comerciantes locales que viajaban hacinados en una camioneta Toyota que pasó sobre una mina terrestre, añadió Daso.
Añadió que la mina fue sepultada por presuntos militantes de la filial del Estado Islámico, conocida como la Provincia de África Occidental del EI.
Además de los muertos, al menos tres personas resultaron heridas y fueron trasladadas a centros médicos cercanos para recibir tratamiento. Las fuerzas de seguridad ya han asegurado la zona y han iniciado las operaciones de limpieza.
Abba Modu, miembro de la Fuerza de Tareas Conjunta Civil, un grupo de autodefensa que apoya al ejército en la lucha contra militantes islámicos, afirmó que los explosivos podrían estar destinados a agentes de seguridad que patrullan regularmente la carretera.
“Los terroristas suelen colocar artefactos explosivos improvisados en cráteres o bajo la arena en tramos de carretera gravemente dañados, generalmente dirigidos contra soldados”, declaró Modu.
El Estado Islámico de la Provincia de África Occidental (ISWAP) se atribuyó la responsabilidad del ataque en un comunicado publicado en Telegram.
El grupo vinculado al EI es una escisión de Boko Haram, los yihadistas nigerianos que se alzaron en armas en 2009 para luchar contra la educación occidental e imponer su versión radical de la ley islámica. La región noreste de Nigeria se ha visto especialmente afectada por la violencia militante islámica.
A principios de este mes, una bomba al borde de la carretera, presuntamente colocada por extremistas islámicos en el noreste de Nigeria, impactó en un autobús de pasajeros y mató a ocho personas.
El ejército nigeriano nombró a un nuevo comandante, el mayor general Abdulsalam Abubakar, para la lucha contra las insurgencias de Boko Haram y el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental en el noreste, según informó el portavoz de la operación en un comunicado.