El rey Federico X de Dinamarca llegó a Groenlandia, iniciando una visita al territorio semiautónomo que el presidente estadounidense Donald Trump quiere anexar debido a su ubicación estratégica en el Ártico.

El viaje de Federico a Nuuk, la capital de la isla, se produce tras la visita del nuevo primer ministro groenlandés a Copenhague a principios de esta semana. El primer ministro Jens-Frederik Nielsen acompañó al monarca a Nuuk.

El rey lució una chaqueta con los emblemas de las banderas danesa y groenlandesa al desembarcar del avión entre aplausos.

Nielsen también declaró a la prensa que el amor de la casa real danesa por Groenlandia es incuestionable. Añadió que el monarca es muy querido en la isla.

El vuelo estaba programado originalmente para el lunes, pero se retrasó debido a las malas condiciones meteorológicas.

Se espera que Federico se reúna con el nuevo gobierno groenlandés esta semana, así como que asista a un tradicional “kaffemik” (pausa para tomar café) para reunirse con los groenlandeses, según informó la casa real.

El mal tiempo lo obligó a cancelar el viaje previsto para el miércoles a la Estación Norte, la estación militar y científica más septentrional de la isla, además de renunciar a una reunión con una unidad de élite de trineos tirados por perros de las fuerzas especiales danesas que patrulla las zonas más remotas del noreste de Groenlandia.

El monarca visitó Groenlandia el pasado julio, meses después de asumir el trono danés tras la abdicación de su madre.

El viaje a Groenlandia de esta semana se produce después de que el vicepresidente estadounidense, J. D. Vance, visitara una remota base militar estadounidense en la isla y acusara a Dinamarca de invertir poco en ella. Trump busca el control de Groenlandia, rica en minerales, alegando que es crucial para la seguridad de Estados Unidos. Trump no ha descartado tomar la isla por la fuerza militar, a pesar de que Dinamarca es un aliado de Estados Unidos en la OTAN.