-Advierten que son 871 mil las muertes relacionadas con la soledad y el aislamiento social.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) a encendido las alarmas a nivel global al advertir que, cada hora, se registran en promedio 100 decesos vinculados a la soledad y el aislamiento social, equivalente a más de 871 mil muertes anuales asociadas directamente a este fenómeno.
En el informe titulado “De la soledad a la conexión social. El camino hacia sociedades más saludables”, el organismo propone una respuesta global urgente y coordinada.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS ha declarado: “En esta época en que las posibilidades de conectarse son infinitas, cada vez más personas se encuentran aisladas y solas”
De acuerdo con el informe, una de cada seis personas en el mundo se ha enfrentado a la soledad de forma constante durante la última década.
La situación afecta de forma desproporcionada a adolescentes, jóvenes y personas mayores, y es particularmente más aguda en países con menores ingresos, donde el 24 % de la población reporta sentirse sola, en comparación con el 11 % en naciones desarrolladas.
El impacto en la salud es considerable: el aislamiento social incrementa significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2, demencia, depresión y ansiedad, entre otros padecimientos.
La OMS advierte que sus consecuencias son equiparables a las del tabaquismo, la obesidad o la exposición prolongada a la contaminación ambiental.
Y ha propuesto la OMS una hoja de ruta internacional sustentada en cinco pilares estratégicos: como impulsar políticas públicas centradas en la conexión social; además de fortalecer la investigación y la recopilación de datos.
También aplicar intervenciones comunitarias y clínicas basadas en evidencia; desarrollando mecanismos de medición, como un Índice Global de Conexión Social, junto con la promoción de campañas públicas y participación comunitaria.
La soledad no solo afecta la salud mental y física de los individuos, también erosiona la cohesión social, reduce la productividad y genera mayores costos para los sistemas de salud y bienestar. La OMS enfatiza que abordar esta problemática no debe ser una responsabilidad individual, sino un reto estructural que involucra a todos los sectores: salud, educación, trabajo, cultura y urbanismo.