“Hice un comentario extremadamente inapropiado en un momento en que los consumidores están lidiando con el alza de los precios del arroz”, declaró.
El ministro de Agricultura de Japón se vio obligado a dimitir debido a las consecuencias políticas de sus recientes comentarios en los que afirmaba que nunca tuvo que comprar arroz” porque lo recibía de sus simpatizantes como regalo. La dimisión se produce en un momento en que la población lidia con los precios récord del alimento básico tradicional del país. El comentario de Taku Eto, que muchos japoneses consideraron desconectado de la realidad económica, se produjo el domingo en un seminario del Partido Liberal Democrático, que lidera un gobierno minoritario en apuros.
Esta metedura de pata podría suponer un nuevo problema para el partido antes de las elecciones nacionales de julio. Una derrota importante podría significar un nuevo gobierno o la dimisión del primer ministro Shigeru Ishiba.
“Hice un comentario extremadamente inapropiado en un momento en que los consumidores están lidiando con el alza de los precios del arroz”, declaró Eto a la prensa tras presentar su dimisión en la oficina del primer ministro. La dimisión de Eto fue la primera bajo el liderazgo de Ishiba, que comenzó en octubre.
El gobierno ha liberado toneladas de arroz de sus reservas de emergencia en los últimos meses, pero las últimas estadísticas del Ministerio de Agricultura muestran poco impacto de la medida. Algunos supermercados han comenzado a vender arroz importado más barato.
Eto también intentó aclarar los comentarios que lo metieron en problemas. Afirmó que él mismo compra arroz blanco y que no vive del arroz regalado. Explicó que el comentario sobre el regalo se refería al arroz integral, en el que quiere que la gente se interese porque llega más rápido al mercado.
Ishiba nombró al popular exministro de Medio Ambiente Shinjiro Koizumi, hijo de un ex primer ministro, para dirigir el ministerio, destacando su experiencia en políticas agrícolas y pesqueras y su entusiasmo por las reformas.
Koizumi declaró a la prensa que Ishiba le dio instrucciones de hacer todo lo posible para estabilizar el suministro y los precios del arroz y así atender las preocupaciones de los consumidores.
Ishiba, también exministro de Agricultura, afirmó su deseo de fortalecer la seguridad alimentaria y la autosuficiencia de Japón. Ha propuesto reformas agrícolas, incluyendo el aumento de la producción de arroz y la posibilidad de exportarlo, aunque sus críticos afirman que primero debería solucionar urgentemente el problema actual del arroz.
Refiriéndose a la situación del arroz, Ishiba afirmó sospechar que el aumento de su precio “no es un problema temporal, sino estructural”.
Koizumi afirmó que las medidas hasta el momento han resultado ineficaces y que acelerará los esfuerzos en cuanto asuma formalmente el cargo el miércoles por la tarde.
La demanda japonesa de arroz ha disminuido en las últimas décadas a medida que la dieta se ha diversificado, pero el arroz sigue siendo un alimento básico y parte integral de la cultura y la historia japonesas.
Las autoridades han atribuido la escasez de suministro a las malas cosechas causadas por el calor de 2023 y al aumento de los costos de fertilizantes y otros productos, pero algunos expertos culpan a la política arrocera a largo plazo del gobierno.