El presidente ruso, Vladimir Putin, visitó la región de Kursk por primera vez desde que Rusia anunció la expulsión de las fuerzas ucranianas de la zona en abril.

Las fuerzas ucranianas realizaron una incursión sorpresa en Kursk en agosto de 2024, en la mayor incursión transfronteriza de las fuerzas de Kiev en la guerra de casi dos años y medio, antes de ser expulsadas por las tropas rusas nueve meses después. Ucrania no ha confirmado su expulsión de la zona.

Putin visitó la Central Nuclear de Kursk-2, que aún se encuentra en construcción, y habló en una reunión a puerta cerrada con voluntarios seleccionados. También informó al gobernador interino Alexander Khinshtein que el Kremlin apoyaba la idea de continuar con los pagos mensuales a las familias desplazadas que aún no han podido regresar a sus hogares.

Residentes descontentos habían mostrado previamente su desaprobación por la falta de compensación en inusuales protestas organizadas.

El Ministerio de Defensa de Rusia dijo que sus defensas aéreas derribaron 159 drones ucranianos en todo el país durante la noche, incluidos 53 sobre la región de Oryol y 51 sobre la región de Bryansk.