Al menos 21 secretarios de gabinete, encabezados por el secretario ejecutivo Lucas Bersamin, presentaron sus renuncias de inmediato o expresaron su disposición a hacerlo.
El presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., solicitó la renuncia de todos los secretarios de su gabinete, en un reajuste radical de su administración tras las elecciones intermedias de la semana pasada, en las que más candidatos de la oposición obtuvieron escaños cruciales en el Senado.
Marcos, hijo de 67 años del dictador filipino derrocado en 1986, ganó la presidencia en 2022 por una abrumadora mayoría en un sorprendente regreso político, con un firme llamado a la unidad nacional. Sin embargo, su igualmente popular compañera de fórmula para la vicepresidencia, Sara Duterte, se separó posteriormente de él en un desacuerdo que ha generado una intensa discordia política.
Con el apoyo de Estados Unidos, aliado del tratado, y otros países amigos, Marcos se convirtió en el principal crítico de la creciente agresión de China en el disputado Mar de China Meridional, al tiempo que lidiaba con una serie de problemas internos de larga data, como la inflación y el retraso en el cumplimiento de una promesa electoral de reducir el precio del arroz, así como numerosos informes de secuestros y otros delitos.
Marcos exigió la dimisión de cortesía de todos los secretarios del Gabinete en una medida decisiva para recalibrar su administración tras los resultados de las recientes elecciones, según el comunicado gubernamental.
Al menos 21 secretarios de gabinete, encabezados por el secretario ejecutivo Lucas Bersamin, presentaron sus renuncias de inmediato o expresaron su disposición a hacerlo.
“No se trata de personalidades, sino de desempeño, alineación y urgencia”, declaró Marcos. “Quienes han cumplido y continúan cumpliendo serán reconocidos. Pero no podemos permitirnos la complacencia. Se acabó la era de las zonas de confort.
Los servicios gubernamentales se mantendrán ininterrumpidos durante la transición, afirmó el gobierno, y agregó que “con este audaz reinicio, la administración de Marcos marca el inicio de una nueva fase: más precisa, más rápida y plenamente centrada en las necesidades más urgentes de la población”.
Cinco de los 12 escaños del Senado disputados en las elecciones de mitad de mandato fueron ganados por aliados de Sara Duterte o su padre, el expresidente Rodrigo Duterte, quien ha sido arrestado y detenido por la Corte Penal Internacional en La Haya, Países Bajos. Duterte, un acérrimo crítico de Marcos, fue acusado de cometer crímenes de lesa humanidad por la brutal represión antidrogas que lanzó y que dejó miles de sospechosos muertos, en su mayoría pobres.
Los candidatos al Senado respaldados por Marcos obtuvieron cinco escaños, mientras que otros dos escaños fueron inesperadamente ganados por dos demócratas liberales asociados con el fallecido expresidente Benigno Aquino III, cuya familia ha estado en conflicto desde hace tiempo con los Marcos.
Votar por la mitad de los 24 miembros del Senado es crucial, ya que el órgano gubernamental llevará a cabo un juicio político contra Sara Duterte en julio por una serie de acusaciones penales, incluyendo corrupción y una amenaza pública de asesinar a Marcos, su esposa y el presidente de la Cámara de Representantes, Martín Romualdez.
Sara Duterte enfrenta una denuncia penal por separado por sus amenazas contra los Marcos y Romualdez.