Decenas de personas han resultado heridas y unos 291.000 desplazados se refugian en centros de evacuación y campos temporales, más de 156.000 en Tailandia y alrededor de 135.000 en Camboya.
El Ejército de Tailandia dijo que las tropas camboyanas han violado de manera deliberada el alto el fuego acordado la víspera entre ambos gobiernos y que entró en vigor la pasada medianoche.
En un comunicado, el mando castrense tailandés denunció que el Ejército de Camboya lanzó ataques armados contra territorio tailandés que constituyen una violación deliberada del acuerdo.
«Por lo tanto, Tailandia se ve obligada a tomar las contramedidas apropiadas en virtud de su legítimo derecho a la legítima defensa», apunta el texto enviado a los medios.
Por su parte, una portavoz del Ministerio de Defensa de Camboya dijo a los medios que en todas las regiones militares no ha habido enfrentamientos desde que el alto el fuego entró en vigor.
Representantes militares de ambas partes tenían previsto reunirse para abordar las tensiones, tal y como acordaron el lunes en Malasia los ejecutivos de Bangkok y Nom Pen.
En la ciudad camboyana de Samrong, en la provincia de Oddar Meanchey y a unos 30 kilómetros de la frontera, la situación era de tranquilidad esta mañana y varios vecinos dijeron que no habían oído ruido de disparos desde la medianoche.
Los primeros ministros de Camboya y Tailandia, Hun Manet y Phumtham Wechayachai, respectivamente, alcanzaron ayer un acuerdo de alto el fuego, mediado por el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, en calidad de presidente de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Tras semanas de tensiones en su frontera, el jueves 24 de julio estalló el enfrentamiento entre los Ejércitos de las dos partes, que se acusaron mutuamente de haber iniciado los ataques, en los que emplearon cazas F-16 y cohetes BM-21, entre otra artillería.
La contienda deja 35 muertos, 22 del lado tailandés (14 civiles y 8 soldados) y 13 del lado camboyano (8 civiles y 5 militares), según los últimos balances oficiales.
Decenas de personas han resultado heridas y unos 291.000 desplazados se refugian en centros de evacuación y campos temporales, más de 156.000 en Tailandia y alrededor de 135.000 en Camboya.